Música eucarística en la Gerona barroca: obras de las
40 horas.
La devoción a la Eucaristía como a culto separado de la
Misa aparece relativamente tarde, a finales del s. XIII. Entre las diversas
devociones eucarísticas, la devoción de les 40 horas ha
tenido un lugar destacado. Aparecida hacia 1537 en Milán como plegaria
contra los males provocados por la guerra, llegó pronto a Roma
en donde S. Felipe Neri le añadió un componente musical.
La Contrarreforma del s. XVII la difundió para combatir las Reformas
protestantes y mantener viva dentro de la Europa católica una religiosidad
a la vez culta y popular. Esta nueva devoción consiguió
convencer a grandes masas rurales y urbanas, que volvieron a la iglesia
católica gracias a su presentación como una gran ceremonia
y con el uso de una retórica y una escenografía muy adecuadas.
Capuchinos, jesuitas, carmelitas descalzos y otras órdenes religiosas
se dedicaron a su difusión con gran éxito, cada orden con
su propio enfoque teológico y su propia escenografía en
la que se mezclaban sin problemas ricos y pobres, ignorantes y sabios
sin distinción de estamentos.
La estructura general de esta devoción se basa en repetir 40 veces
seguidas un esquema horario similar: un sermón, un cántico
y una o más plegarias, con diversas pauses intercaladas, y según
el lugar y las épocas puede añadirse alguna procesión.
Su celebración ocurría generalmente durante la Semana Santa,
pero también se encuentra como celebración mensual, o bien
en determinadas fiestas locales. La cifra de 40 procede del cálculo
de San Agustín sobre las horas que el cuerpo de Jesús estuvo
dentro del sepulcro.
Al parecer, esta devoción llegó a Castilla durante la primera
mitad del s. XVII, y fue Felipe IV quien la potenció hacia 1650,
durante las guerras dinásticas entre Austrias y Borbones, en el
marco de una grave crisis política. Hasta el concilio Vaticano
II esta devoción fue importante, pero luego cayó en desuso
cuando Roma potenció el culto oficial -la Misa- frente a las devociones
particulares.
A Gerona llegó el 1586 de la mano de Miquel Ribera, agustino descalzo,
y durante muchos años se celebró en la capilla del claustro
de la catedral. A partir de 1631 el municipio tomó parte muy activa
en la organización de la ceremonia, de modo que desde dicho año
el archivo municipal registró el nombre de los inscritos y la hora
de su participación. La causa de esta singular implicación
municipal podría hallarse en una indicación real de Felipe
IV, dado su interés en dicha devoción. Que el municipio
la consideró como cosa propia se pone de manifiesto cuando el 1770
protesta por su supresión a causa de una decisión episcopal.
Y dicha administración tenía un departamento encargado de
su gestión que ha dejado abundante documentación. El final
esta devoción llegó en 1970, poco después de finalizar
el concilio Vaticano II, y hoy todavía su memoria es viva entre
la gente mayor que la recuerdan como un gran acto de devoción popular.
El municipio reservaba cada año una hora para los grupos sociales
organizados -cofradías, asociaciones, gremios, particulares, colegios
profesionales, etc.- y también para los particulares. Y cada institución
procuraba buscarse un predicador más o menos famoso según
sus recursos económicos. En la hora reservada al obispo y a los
canónigos la capilla de música de la catedral acostumbraba
a actuar con alguna obra compuesta expresamente por el maestro de capilla.
Las partituras de dichas actuaciones musicales se han conservado -ignoramos
si todas ellas- en el archivo capitular, y la obras de este CD proceden
de allí. Ninguna de dichas partituras indica que fuera compuesta
para las 40 horas, hecho que seguramente puede explicarse porque podían
ser utilizadas en otras ocasiones.
Las piezas seleccionadas van desde 1680 hasta 1780 aproximadamente, cuando
las obras dedicadas a la Eucaristía desaparecen del repertorio
conservado. Durante este período los gustos musicales y el nivel
cultural de Gerona fueron cambiando: así, mientras en la capilla
de música del s. XVII las voces eran lo más importante,
en el s. XVIII el protagonismo lo adquieren los nuevos instrumentos que
se han incorporado con el paso de los años. Con todo, parece como
si los violines y otros instrumentos modernos no fuesen aceptados en les
celebraciones de las 40 horas, debido quizás a que eren considerados
impropios de la solemnidad de la Semana Santa. Y de modo semejante pasamos
de la multiplicidad de los ritmos del barroco a una mayor simplicidad,
junto con una mayor riqueza instrumental y sonora, que era lo que gustaba
a los fieles de la época. El órgano, siempre presente, tenía
reservado el continuo -acompañamiento rítmico y armónico-
junto con otros instrumentos.
Los textos fueron escritos en principio por los mismos maestros de capilla
que firman la partitura, pero no es fácil descubrir cuáles
fueron sus fuentes de inspiración, ya que en Gerona había
dos grandes centros docentes religiosos, jesuitas y dominicos, además
de la Universidad, cada uno con sus propios enfoques teológicos.
Estos textos se inspiran también en las ideas de la gran escuela
mística castellana cercana al 1600, difundidas por los carmelitas
descalzos desde su gran convento, sito en la plaza de St. Josep de Gerona.
Su tema preferido es el de la relación personal entre el alma del
creyente y Jesús. Otro tema usual es el de la contradicción
entre lo que perciben los sentidos y lo que dice la fe, tema propio también
de la escolástica de dominicos y jesuitas, y que se desarrolló
con la llegada de las ideas de la Ilustración a la ciudad.
Les coplas de las obras números 2, 3 y 4 no se cantan enteras por
falta de espacio.
1- Esa flor lucida. Villancico anónimo de hacia 1720 en
forma de pequeña cantata, con recitativo y aria. Música
y texto recuerdan las últimas obras de Gaz, con sus contrastes
repentinos y su vocabulario tan culto. El texto es una comparación
muy barroca entre la Hostia, por una parte, designada como una flor brillante,
vistosa -la custodia- y olorosa, y por otra tres flores distintas y una
estrella. Es una comparación desigual entre seres de naturaleza
muy diversa, desigualdad que aplica a la Hostia consagrada, dado que reúne
toda una serie de contrarios. En el coro final aparece el sentido del
texto: si los labios no pueden expresar tantas contradicciones a la vez,
que lo hagan los sentidos y las potencias [la inteligencia]. La música
contrapone las tres partes centrales, a solo, a las complicaciones vocales
de las partes inicial y final, donde solista y coro se imitan alternativamente.
2- Fuego, fuego, marineros. Villancico de forma clásica,
de la primera etapa de Gaz, con unas descripciones que muestran la variedad
de recursos literarios, además de los musicales, de su autor. A
pesar del vivo ritmo de la música, el texto es de carácter
penitencial, inspirado quizás en la tradición jesuítica
que acostumbraba a dar este sentido a las 40 horas. El agua del mar, que
según la tradición no puede apagar las velas encendidas
de un barco porque las encendería más, se compara con las
lágrimas del penitente arrepentido, que con las lágrimas
de su dolor acrecienta su amor a Dios. El resto de las imágenes
son también sorprendentes, van cargadas de atrevidos juegos de
palabras que dificultan la comprensión del texto. Sea citado como
ejemplo: arrójenlas a la mar y que del amar las aguas... en el
estribillo. El vocabulario culto, los contrastes insospechados, el gusto
por las imágenes de la naturaleza son algunas de las características
de los textos de Gaz.
3- Dice la fe. Es un villancico de estructura clásica, sin
arias ni recitados. El original se encuentra en la Biblioteca de Catalunya,
y forma parte, seguramente, del lote de partituras de la catedral de Gerona
vendidas secretamente por el maestro de capilla Carreras Dagas a fines
del s. XIX. El texto es rico en los contrastes barrocos propios de Gaz,
que los utiliza utilizando figuras de la naturaleza conocidas por los
asistentes, junto con algunas alusiones a la mística castellana.
El contraste entre lo percibido por la vista y por la fe quizás
tenga que ver con la escuela jesuítica de la ciudad. Las fugas
musicales, tan propias del barroco, tienen aquí un papel destacado.
4- Aliente el dolor. Esta obra puede ser del año 1711, cuando
los franceses conquistaron Gerona, la expoliaron y los canónigos
se quedaron sin recursos económicos: no pudieron ni alquilar un
carruaje para poder ir hasta Bàscara a recibir al obispo titular,
felipista, que volvía a su residencia después de refugiarse
en Perpinyà cuando la ciudad se declaró austriacista. Esta
suposición podría explicar tanto la forma de solo vocal
con un acompañamiento mínimo y un claro componente penitencial,
como el contenido del texto, propio del ambiente de una ciudad conquistada:
el arrepentimiento es capaz de regenerar moralmente a las personas. Dicho
de otro modo, la derrota de Gerona frente a las tropas francesas quizás
podría tener una causa moral, y el arrepentimiento sería
la manera de recuperar la libertad. Musicalmente, la obra es de transición
del estilo barroco ibérico hacia el estilo napolitano. Tiene un
motivo musical muy sencillo y corto, que se va repitiendo con variantes
diversas.
5- Espíritus alados. Es una obra que tuvo mucho éxito,
ya que se utilizó durante muchos años, tal como lo indican
los garabatos de los monaguillos conservados al dorso de las particellas.
Gònima utiliza elementos musicales del barroco -la fuga y los efectos
imitativos- con un texto abstracto, más propio de la tradición
escolástica, lejos de la mística castellana. Este texto
presenta los ángeles cantando ante Dios, y pondera su inmensidad,
temas teológicos poco frecuentes en las obras de la etapa anterior.
La utilización de un aria y de un recitado muestra que es una obra
de transición. El estribillo se inicia a solo y el coro reafirma
poco después sus afirmaciones. Es destacable el contraste rítmico
entre las coplas y el estribillo.
6- Vos amantes. Composición penitencial de la época
de la llegada de los nuevos influjos napolitanos, con un texto que muestra
la influencia de la mística de los carmelitas castellanos en los
que se trata la relación del creyente con la Eucaristía
utilizando el vocabulario amoroso clásico y refinado, como por
ejemplo la flecha de Cupido y el olor de la rosa. Y lo mismo cabe decir
de la imagen de Jesús como buen cazador. La utilización
de conceptos abstractos como deidad, o bien el pan de caridad, son poco
frecuentes en el barroco. La alternancia de coplas a solo y a tutti es
una novedad destacable, pero el recurso a les técnicas del fugatto
es usual en el barroco final.
7- Qué confusión. Esta obra es una muestra clara
de los problemas aparecidos en Gerona con la llegada de las ideas de la
Ilustración: reaparece con fuerza la contradicción entre
la fe y los sentidos ante la Hostia consagrada, contradicción que
solo puede superarse con una fe sencilla que acepte el misterio. La finalidad
de la Eucaristía no es la explicación científica
del mundo, sino la salvación del hombre mediante los misterios
del amor. La estructura musical corresponde a la época de madurez
de Gònima, hacia 1760.
8- Pues quien no cabía. Es la obra más tardía
del presente concierto. Su introducción instrumental parece que
exija una particella para violoncelo que se habría perdido. El
texto aborda la contradicción entre el pequeño espacio de
una Hostia y la inmensidad de Dios, tema usual dentro del racionalismo
de la Ilustración, pero su autor, Juncà, no olvida los temas
de la mística castellana y personaliza alguno de ellos. La música
ya no utiliza los elementos de la fuga, y en su lugar aparecen dúos
vocales más conformes con los gustos burgueses que empiezan a predominar
en la Gerona del momento.
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